Muchos somos los cofrades que decimos o nos acordamos de que el día que sale el Carmen de Calatrava es el más caluroso del año, al menos en cuanto a cofradías se refiere, pero no, a pesar de haber sido una calurosa jornada no fue ni mucho menos esa tarde calurosa de la que tanto hablamos, abrasadora como pocas, lo que no varió fue la gran cantidad de gente que se acercó a contemplar la procesión de la bella imagen que reside en la Alameda de Hércules.
Quizás el que la Virgen saliese poco antes de las ocho retrasando algo su hora de salida habitual pudiera haber influido en la precepción ambiental, lo que si se apreciaba distinto fue la luz en la calle Lumbreras, donde recibió la primera de sus petaladas, ya que el rey astro lucia más bajo de lo habitual y no iluminada el rostro de la talla de forma consistente a lo largo de la vía.
Fue precisamente al girar de Calle Lumbreras a la de Arte de la Seda uno de los momentos más esperados de la tarde en donde recibe una gran petalada la virgen y se le canta en una calle engalanada para la ocasión y donde sus vecinos se vuelvan con ella, al salir de esta se dirige la cercano Monasterio de San clemente entrando y siendo recibida por sus monjas.
Este año se hacía notablemente visible la continua mejora que a la está siendo sometida el paso procesional en los últimos años como y que en este curso consistió en la ampliación de las esquinas del paso y sus cresterías laterales, así como el dorado de las cartelas de los respiraderos y arreglo de peana a cargo de los Hermanos Caballero. Como de costumbre el Capataz encargado de comandar el paso fue Antonio Santiago y su equipo de auxiliares, siendo la Banda de Nuestra Señora de la Victoria de Las Cigarreras, la encargada de acompañar musicalmente al cortejo.
Quizás el que la Virgen saliese poco antes de las ocho retrasando algo su hora de salida habitual pudiera haber influido en la precepción ambiental, lo que si se apreciaba distinto fue la luz en la calle Lumbreras, donde recibió la primera de sus petaladas, ya que el rey astro lucia más bajo de lo habitual y no iluminada el rostro de la talla de forma consistente a lo largo de la vía.
Fue precisamente al girar de Calle Lumbreras a la de Arte de la Seda uno de los momentos más esperados de la tarde en donde recibe una gran petalada la virgen y se le canta en una calle engalanada para la ocasión y donde sus vecinos se vuelvan con ella, al salir de esta se dirige la cercano Monasterio de San clemente entrando y siendo recibida por sus monjas.
Este año se hacía notablemente visible la continua mejora que a la está siendo sometida el paso procesional en los últimos años como y que en este curso consistió en la ampliación de las esquinas del paso y sus cresterías laterales, así como el dorado de las cartelas de los respiraderos y arreglo de peana a cargo de los Hermanos Caballero. Como de costumbre el Capataz encargado de comandar el paso fue Antonio Santiago y su equipo de auxiliares, siendo la Banda de Nuestra Señora de la Victoria de Las Cigarreras, la encargada de acompañar musicalmente al cortejo.
Joaquín Galán.
Galería fotográfica Joaquín Galán: