La salida de la patrona Alcalareña el pasado 15 de agosto en la festividad de la Asunción de María es sin duda una de las citas ineludibles en el calendario cofrade de la localidad pandera, su pueblo se vuelca con ella que o bien suben a verla salir desde su santuario o la reciben con los brazos abiertos a la bajada de esta.
Este año la virgen iba comandada por el capataz Enrique Pavón al frente de la cuadrilla de la Esperanza y que ponía en marcha a esta poco antes de las nueve de la tarde, la virgen hacia su difícil salida pro la ojiva gótica de su templo un par de minutos pasadas las nueve, algo más tarde de lo habitual ya que a la bella talla que saliera de la gubia de Antonio Illanes le dan los últimos rayos de sol en su rostro en su salida, algo que este año no ha sucedido del todo, pero siempre una belleza verla en este lugar, dejándonos siempre una maravillosa estampa, que como siempre iba acompañada musicalmente de la Banda Municipal de Nuestra Señora del Águila.
Una vez realizada la compleja maniobra y si solución de continuidad esta se dirige hacia la cuesta de Santa María y que baja de una vez en una ardua maniobra, cuando la patrona alcanza la Plaza del Derribo donde se encuentra la iglesia de Santiago sede del Nazareno de Alcalá, su pueblo la recibe con los brazos abiertos. Pocos más adelante en calle Herreros la petalada y fuegos artificiales en el ayuntamiento a pocos metros de aquí.
También hay que destacar la visita de la Virgen, declarada Abadesa de Honor del Convento de Santa Clara, que fue a visitar a estas monjas en su discurrir por Lacalle que lleva su nombre, Nuestra Señora del Águila, la antiguamente conocida como calle de La Mina, en honor al molino hipogeo que allí se encuentra bajo el Teatro Gutiérrez de Alba a escasos metros como parte de los mal llamados “caños de Carmona” y que pertenecen a esta localidad de Alcalá de Guadaíra, y que era el antiguo abastecimiento de agua por parte de los Romanos a la ciudad de Sevilla.
Este año la virgen iba comandada por el capataz Enrique Pavón al frente de la cuadrilla de la Esperanza y que ponía en marcha a esta poco antes de las nueve de la tarde, la virgen hacia su difícil salida pro la ojiva gótica de su templo un par de minutos pasadas las nueve, algo más tarde de lo habitual ya que a la bella talla que saliera de la gubia de Antonio Illanes le dan los últimos rayos de sol en su rostro en su salida, algo que este año no ha sucedido del todo, pero siempre una belleza verla en este lugar, dejándonos siempre una maravillosa estampa, que como siempre iba acompañada musicalmente de la Banda Municipal de Nuestra Señora del Águila.
Una vez realizada la compleja maniobra y si solución de continuidad esta se dirige hacia la cuesta de Santa María y que baja de una vez en una ardua maniobra, cuando la patrona alcanza la Plaza del Derribo donde se encuentra la iglesia de Santiago sede del Nazareno de Alcalá, su pueblo la recibe con los brazos abiertos. Pocos más adelante en calle Herreros la petalada y fuegos artificiales en el ayuntamiento a pocos metros de aquí.
También hay que destacar la visita de la Virgen, declarada Abadesa de Honor del Convento de Santa Clara, que fue a visitar a estas monjas en su discurrir por Lacalle que lleva su nombre, Nuestra Señora del Águila, la antiguamente conocida como calle de La Mina, en honor al molino hipogeo que allí se encuentra bajo el Teatro Gutiérrez de Alba a escasos metros como parte de los mal llamados “caños de Carmona” y que pertenecen a esta localidad de Alcalá de Guadaíra, y que era el antiguo abastecimiento de agua por parte de los Romanos a la ciudad de Sevilla.
Joaquín Galán.
Galería fotográfica Joaquín Galán:
