La hermandad del Santo entierro de Sevilla recuperaba este año su tradicional Vía crucis con el Cristo Yacente tras la modificación de sus reglas, hay que recordar que al año pasado, y debido a las nuevas normas diocesanas, debió de realizar el Vía crucis en la feligresía que le corresponde, la de San Andrés, aunque geográficamente no se correspondiera a su entorno físico inmediato y tradicional.
Este culto externo, antaño menos concurrido y cada vez con más auge, nos da la oportunidad d contemplar a una de las imágenes de la ciudad menos conocidas, la portentosa obra de Juan de Mesa del Señor Yacente. Además el cortejo es impecable, con una compostura propia de esta hermandad con la seriedad y recogimiento que esta procesión demanda. En la misma podemos ver cuatro servidores dando luz al Señor tras el sacerdote, estando el cortejo compuesto por hermanos portando cirios precedidos por la cruz parroquial.
El cortejo visitaba de nuevo la capilla del Museo con el Cristo del Museo al fondo y delante de él la Virgen de las Aguas de hebrea, destacando en la oscuridad, como también entraría nuevamente un año más en San Antonio Abad a oscuras visitando la vecina hermandad del Silencio antes de entrar en su sede de San Gregorio a escasos metros.
Joaquin Galán
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