El pasado domingo 25 de febrero se consagraba el Besapiés al Cristo del Calvario en el trascoro de la Real Parroquia de Santa María Magdalena de Sevilla, una escena esta invariable en el tiempo, que ni le falta ni le sobra un ápice del sello que caracteriza a la corporación de la Madrugá sevillana. Una vez concluía el beso al Señor y tras el rezo del Santo Rosario, se procedió al traslado de vuelta a su capilla de la imagen de Francisco de Ocampo.
Joaquin Galán
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