Como es tradicional la hermandad de la Amargura de Alcalá de Guadaíra consagra el Besapiés al Cristo del Amor el Viernes de Dolores, en esta ocasión el Señor, obra de Antonio Gragea, se nos mostraba tumbado, en la Capilla Sacramental a los pies de la Inmaculada que realizó Sebastián Santos para sustituir a la que se perdió de Duque Cornejo en el incendio del 36. En un ambiente de recogimiento y a oscuras, allí, el Cristo del Amor aguarda el rezo del Vía Crucis a la nueve de la noche, y tras su finalización se procederá al traslado a su paso procesional.
Joaquín Galán
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