Tras la realización del Vía
Crucis, el Cristo de la Buena Muerte se ubicó en el presbiterio bajo de la
parroquia de San Julián el pasado domingo 30 de enero para la celebración del
acto de veneración.
El Señor obra del escultor
Antonio Illanes se situaba erguido en posición vertical sobre un monte de
corcho con un exorno floral a base de lirios, estando tras el aun el altar de
Quinario con la candelaria encendida y que había residido durante la semana.
Joaquin Galán.
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