Ahora sí, por fin tuvimos un
primer viernes de Cuaresma en la Macarena como los de siempre, quizás hasta
como más público de lo habitual si nos atenemos a como se encontraba los
aledaños de la Basílica. Un acto organizado de cabo a rabo, como si de la
propia salida procesional se tratase, con un nutrido número de hermanos cirio
en mano y luciendo sus mejores galas, y como no mucha emoción de los fieles.
El señor lucio su clásica túnica del
año 1960 realizada por Ángela Navarro y bajo diseño de Joaquín Castilla, sobre
unas andas con un friso dorado ubicándose el Señor de la Sentencia en un monte
de claveles rojos y flanqueados por cuatro faroles en las equinas. También hay
que destacar que este año hubo alguna novedad como el paso por la parroquia de
San Gil, la calle Relator o la plaza del Pumarejo.
Joaquín Galán.
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