El pasado sábado tenía lugar el Viacrucis
de la Hiniesta con el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, este es el primero
del año de estos cultos externos en Sevilla, el cual nos abre el camino hacia
una Cuaresma cada vez más cercana y presente. El bello recorrido llevo al
Cristo que saliera de las manos de Antonio Castillo Lastrucci por las calles
plaza de San Julián, plaza de Moravia, pasaje Mallol, Santa Paula, Siete
Dolores de Nuestra Señora, plaza de San Marcos, Vergara, plaza de Santa Isabel,
Hiniesta, Lira, Duque Cornejo y plaza de San Julián.
A las seis de la tarde se abrían
las puertas de la ojiva de San Julián para dar paso a un nutrido cortejo
portando cirios tiniebla que conducía al Señor a su primera parada visita
durante este Viacrucis, al Monasterio de Santa Paula en donde si hubo publico
este año, aunque solo en el patio ya que las monjas no permitían la entrada a
la iglesia debido a la pandemia, a continuación, el Cristo visitaba a las
Siervas de María justo al lado para también poco después llegar a los Servitas,
entrando a las nueve y media de la noche. El Cristo de la Buena Muerte conto
con el acompañamiento de un quinteto musical de la Banda Municipal de Mairena
del Alcor.
Como dato curioso este Vía-Crucis
con el Santísimo Cristo de la Buena Muerte se instituye en sus reglas en el año
1963 lo que lo convierte en el más antiguo de todos los que se celebran en
Sevilla actualmente de forma continuada. Siendo desde luego uno de los más
bellos y más anticipados por los cofrades sevillanos.
Joaquin Galán.
Galería fotográfica Joaquin
Galán.
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