Subida al Paso del Cristo de San Bernardo 2.018

Este pasado domingo, o de mediados, de Cuaresma, conocido por Domingo de Laetare, se trasladaba el Crucificado de la Salud de la Hermandad del Miércoles Santo de San Bernardo, palabra Laetare que proviene de “Laetare Jerusalem” “Alégrate, oh, Jerusalén” en este caso Alégrate Sevilla, porque que cumplido otro más de sus ritos cuaresmales, ya todo avanza de forma vertiginosa e inexorable hacia ese Domingo de Palmas, alegría, niños, sonrisas y nervios.

Acabada la misa de las ocho de la tarde tras la conclusión del Besapiés al Cristo de la Salud, era la hora de trasladar el paso del Señor desde la cercana casa hermandad en la calle Santo Rey, una nave inconfundible comandada por los Villanueva y que va camino de la centuria, esta transitaba por la calle Santo Rey y Santísimo Cristo de la Salud, para entrar por la rampa allí existente y discurrir por el lateral de la iglesia dentro de la verja entrando por la puerta de salida de la cofradía.

Una vez en el interior del templo el paso era colocado a los pies de su altar en donde de encontraba su madre la Virgen del Refugio vestida de hebrea junto a San Juan, en un ambiente en penumbra, una vez sucedía esto el Cristo era bajado del altar mayor y portado por su hermanos para subirlo con un mecanismo de poleas hasta su paso. Como cada año sonaron las saetas mientras el paso se movía en el interior de la iglesia y era colocado bajo el coro de la puerta principal de salida transitando por la nave principal, también se procedía a colocar el palio junto al Cristo, se cumplía así otras tradición que nos acerca más a un nuevo Miércoles Santo en el viejo arrabal de San Bernardo.

Joaquin Galán

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